“ya no tengo plata”.
Y esto pasa mes a mes, quincena a quincena, a lo largo de los años. ¿Por qué nos cuesta tanto aprender la lección? La lógica nos dice que si después de un año (12 meses, o 24 quincenas) vemos que nuestra metodología no está funcionando, algo deberíamos de cambiar; sin embargo, muchas personas llegan a sus 40s y 50s actuando de la misma manera.
Actuamos como si no existiera mañana. Pareciera que se nos olvida que ese pago quincenal nos debe durar 15 días y no 2, o que ese pago mensual nos debe durar 30 días y no solamente 5.
Todos tenemos cuentas por pagar: la renta o hipoteca, los servicios básicos, compras en el súper, educación propia o de los hijos, etc., y es normal que hagamos frente a esas obligaciones cuando nos pagan… eso es parte de ser personas responsables.
No obstante, hay muchas otras decisiones de compras y gastos que tomamos en el momento porque nos vemos con la billetera o la cuenta en el banco “llena”. O, ¿acaso no has notado que el día de pago los bares, restaurantes, cines y centros comerciales están repletos? Si tuviéramos una verdadera planificación financiera, con un presupuesto (que incluya el rubro de salidas y entretenimiento) hecho y derecho, podríamos escoger cualquier día para salir –incluso a la mitad del próximo pago- porque no nos habremos gastado todo el dinero en el primer día.
Si vos lográs cambiar pequeños pensamientos y acciones en tu día a día, podrás vivir una vida financieramente sana. ¿Cómo? Siendo una persona que programa sus gastos, no gasta en automático, se presupuesta, lograr ahorrar y vive libre de deudas innecesarias.
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